15/10/08

Pop y semántica en la FAU

En ese mismo año, el arquitecto César Jannello, profesor de dedicación exclusiva de la materia “Visión”, en la facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, me llama a colaborar en su cátedra. Desde entonces he dictado cursos para un grupo de arquitectos y docentes que en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo descubrían la necesidad de conectar los problemas prácticos de la construcción con los modelos de la semántica y de la semiología, y de estudiar las cuestiones arquitectónicas en relación a los modernos estudios de los lenguajes. Promuevo entonces algunos contactos entre arquitectos y lingüistas, y de esos contactos surgen algunos seminarios que el Profesor Bucca, actual Director del Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires, ofrece al grupo de docentes de la materia “Visión”. Poco tiempo después elaboro, en colaboración con el arquitecto César Jannello, un proyecto para trabajar en Teoría de la arquitectura, a partir del modelo de la lingüística estructural (Jakobson, Hyemslev, Halle, etc.) El proyecto aceptado por el Consejo de la Facultad de Arquitectura, nos permite contratar investigadores en 1965 (un especialista en filosofía de las Ciencias y Lógica simbólica, un especialista en sociología y Comunicaciones), y desde entonces funciona como base de lo que podría constituirse en el futuro en un Instituto de Arquitectura, lugar que llenaría un cierto vacío con respecto a la especulación teórica en el interior de la Facultad.
A principios de 1965, el entonces Rector de la Universidad de Buenos Aires, convoca a un grupo de especialistas en disciplinas estéticas (pintura, arquitectura, música) entre quienes se encontraba el profesor Ginastera y también el arquitecto César Jannello, para esbozar un proyecto tendiente a la creación de un Instituto, al más alto nivel, de estudios y búsquedas artísticas. El profesor Jannello me encomienda la elaboración de un plan que sirva de base al proyecto. Ese plan se convierte en el grueso del proyecto, y éste es aprobado por el grupo y por el Rector de la Universidad. Surge así el Centro de Estudios Superiores de Arte de la Universidad de Buenos Aires, cuyo objetivo consiste en entrenar a especialistas en distintas actividades artísticas, en el conocimiento de un modelo conceptual común, de una metateoría (estructuralista, semántica) capaz de servir para comparar e inducir las búsquedas al nivel de las distintas disciplinas artísticas. Se contratan entonces nuevos investigadores, y se reclutan investigadores no contratados, y desde entonces trabajamos, en el interior del Centro, en la tarea de afirmar sus estructuras. Personalmente quedo encargado del Departamento de Artes Plásticas, y como jefe de ese Departamento, dictaré, durante el primer semestre de 1966, un seminario sobre la plástica contemporánea (el mismo tema que propongo como tema de trabajo para realizar durante la beca en los Estados Unidos). El centro de Estudios Superiores de Arte de la Universidad de Buenos Aires, que se halla en este momento en vía de su constitución definitiva, contempla la necesidad de crear un departamento de “Comunicaciones”, y hemos llamado para que dicte un curso interno al profesor Eliseo Verón, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de la República Argentina. El profesor Verón inicia, con parte del personal del Centro, un proyecto de Investigación sobre “estilos de comunicaciones de masas y tipos de audiencias”, dentro del que me desempeño como “consultor” en Filosofía de las Ciencias. Simultáneamente, a mediados del año pasado dicto dos conferencias en el Instituto Di Tella sobre el tema “Arte pop y Semántica”; y a principios de este año el Director del Instituto, Ing. Oteiza, me llama a colaborar como puente entre los Departamentos de Artes Audiovisuales y Visuales, y comienzo un seminario, al que asisten estudiantes de arte, artistas y críticos, sobre la relación del proceso actual de las artes plásticas con la extensión de los medios de comunicación de masas. De ese seminario surge un ciclo de dos conferencias (una pronunciada por mi mismo, la otra por una alumna, la señorita Alicia Paez) y tres “happenings”. El editor Jorge Alvarez me encarga entonces la preparación de un libro sobre “happenings” que con la colaboración de psicoanalistas, sociólogos y artistas, que han producido obras de ese género en la Argentina, aparecerá entre febrero y marzo de 1967. Oscar Masotta cuenta su experiencia en la FAU. [Fundación Descartes]


Nota de la autora: Manolo Borthagaray, "el gran investigador", no permitió la reapertura del Instituto de Arquitectura en 1984 a pesar de los insistentes pedidos de su ex-Director, el Arq. César Jannello. Jannello había conseguido las firmas de Doberti, Bonifacio y otros profesores del área que apoyaban este proyecto. Borthagay, que actualmente es una anciano senil y que siempre se destacó por ser un profesional emprendedor y un líder político, no lo permitió y además jubiló a Jannello forzosamente, por intermedio de una no muy elegante resolución de Consejo Directivo. Borthagary nunca aceptó el cuestionamiento a los concursos para provisión de cátedras realizados por los colaboradores del último gobierno de las FFAA que hizo por intermedio de una presentación judicial el maestro de varias generaciones de arquitectos. Otra actitud lamentable de Manolo Borthagaray relacionada con más con cuestiones políticas que con criterios académicos, porque Jannello estaba produciendo activamente y lideraba una de las cátedras más polémicas de la FADU de principios de los ochenta (ésto último fue el motivo principal de esa jubiación forzosa, ajustada al reglamento universitario que determina un límite de edad). El Arq. Claudio Guerri, que seguramente ya tenía en mente una carrera política universitaria al lado de Manolo, en 1984 era adjunto de César, pero no firmó el expediente que apoyaba la reapertura del Instituto. Hoy el Arq. Guerri es Consejero representante del Claustro de Profesores, pero el Instituto de Arquitectura sigue cerrado y el expediente de la Biblioteca sigue archivado desde 1985 (casualmente, lo archivó Manolo Bortharay, reciente Doctor Honoris Causa de la UBA). Lo primero que hizo Guerri cuando "heredó" la histórica cátedra de Semiología de Jannello fue expulsar a su polémico Jefe de Trabajos Prácticos por razones estrictamente políticas (una actitud penosa que fue tratada en su momento por la gremial docente que lideraba el arq Daniel Zylberberg). Por esa expulsión se retiraron de su cáterdra muchos jóvenes docentes que fueron convocados por Jannello. Esa expulsión refleja el espíritu liberal que reina aun hoy entre muchos arquitectos radicales de la FADU. El Arq. Guerri podría reparar sus errores del pasado: Considero que tiene una obligación ética -académica- de convocar a todos los docentes que se fueron de las cátedras de semiología y sistemas visuales por el incidente mencionado.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

claudio: no seas careton, renuncia a ese CD pedorro o ponete las pilas y convoca a la gente que trabajo en la catedra de jannello. hasta cuando la proscripcion? Porque no hablas con Jaime?

saludos,
martita bianchi.

Anónimo dijo...

Que pasó con ese espiritu universitario que reinaba en los sesenta? Acaso cuando las figuras como Fernandez Long, Klimovsky, Masotta, Jannello nos abondanoron y perdimos el rumbo? Hoy la UBA es un cabaret igual que Boca. todo se hace por plata. todos quieren mas plata y muy pocos laburan.

saludos y aguante el blog.

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arquitecto enrique adrian cadaveira